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viernes, 25 de septiembre de 2009

No actuar sin conocimiento

Un jinete vió que un escorpión venenoso se introducía por
la garganta de un hombre que dormía tumbado en el camino.
El jinete bajó de su cabalgadura y con el látigo despertó al
hombre dormido a la vez que le obligaba a comer unos
excrementos que había en el suelo.Mientras, el hombre
chillaba de dolor y asco:

-¿Por qué me haces esto? ¿Que te he hecho yo?

El jinete contunuaba azotándolo y obligándole a comer
los excrementos.Instantes después,aquel hombre vomitó
arrojando el contenido del estómago con el escorpión
incluido.Comprendiendo lo sucedido agradeció al jinete
el haberle salvado la vida, y después de besarle la mano,
insistió en entregarle su humilde sortija como
muestra de gratitud, al despedirse le preguntó:

-Pero¿ Por qué sencillamente no me despertaste?
¿Por que razón tuviste que usar el látigo?

-Habia que actuar rápidamente - respondió el jinete-
Si sólo te hubiese despertado, no me habrías creido,
te habrías paralizado por el miedo, o habrías escapado,
Además, de modo alguno, hubieses tomado los
excrementos, y el dolor de los azotes provocaba
que te convulsionases, evitando que el escorpión te picara.

Dicho lo cual, partió al galope hacia su destino.

No lejos de allí, dos hombres de una aldea vecina
habían sido testigos del episodio, cuando regresaron
junto a sus paisanos, narraron lo siguiente:

- Amigos, hemos sido testigos de unos hechos muy
tristen que revelan la maldad de algunos hombres.
Un pobre labrador dormía plácidamente la siesta
a la vera de un camino, cuando un orgulloso jinete
entendió que obstaculizaba su paso, se bajó de su
caballo y con el látigo comenzó a azotarlo por tan
mínima falta.No contento con eso, le obligó a comer
excrementos hasta vomitar, le exigió que
le besara la mano y además le robó una sortija.
Pero no os preocupeis, a la vuelta de un recodo
hemos esperado al arrogante jinete y le hemos
propinado una buena paliza por su deplorable acción.

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